La verdad es que no soy precisamente uno de esos individuos que se pasan el día durmiendo cada vez que pueden. Madrugo y no practico el ibérico deporte de la siesta, con lo cual creo aprovechar al máximo mis prolongadas horas de vigilia.
Pero alguna extraña concatenación de azarosas casualidades, un influjo planetario desconocido hasta el momento ha venido a mutar el gen del sueño que en mí estaba, precisamente, aletargado y en un proceso de inactividad total, debido a mi inveterada propensión a permanecer despierto, aún sin motivo aparente.
Y podría resumir en diferentes puntos los hechos que han hecho de este verano de 2015 un período en el que, lejos de practicar el reconfortante arte del reposo, me he visto sumido en un marasmo de condicionantes que han hecho de mí un improvisado espectro que duerme lo que le dejan.
En primer lugar, el embriagador abrazo de unas temperaturas por encima de lo que últimamente consideramos normal. Vamos, lo que la paleta esa llamaba "el caloret" mientras daba tumbos medio beoda ante la estupefacción y vergüenza ajena de quienes no estaban en su estado o no profesaban sus descabellados ideales.
Si a esto añadimos que he tenido que tener las persianas casi bajadas hasta que mi lúcida mente (sólo ha tardado dos años) descubriese que unas mosquiteras convenientemente ubicadas serían útiles para evitar que mi felina okupa hiciera un remake de la película "Salto al vacío", nos encontramos ante un panorama en el que de los 35º no bajaba (y créanlo o no, no recordé hasta un par de semanas después que tenía un enorme ventilador en el armario)
También podría citar, no sin darles las gracias por su
denodado esfuerzo y desvelo por la pulcritud y buena imagen de mi barrio, a esos servicios de limpieza tan modernos, que con sus máquinas sopladoras y sus vehículos barredores que, a las 8 de la mañana, regalan a mis aún somnolientos oídos el rumor de sus turbinas, al tiempo que colorean el ambiente y, por ende, el éter de mi habitáculo (ventanas abiertas) con miles de millones de partículas en suspensión que, amén de acariciar mi pituitaria, formarán parte posteriormente de las simpáticas bolas rodadoras que, cuales estepicursores, recorrerán de lado a lado, mezclados con el pelo de la gata y alguna que otra cáscara de pipa, los pasillos de mi morada.
Tan melodiosos rumores acarician cada mañana, salvo alguna excepción, que es a mediodía, mis conductos auditivos, recordándome que, por otras razones que también citaré, me acerco vertiginosamente a la fase REM
de mi sueño diario.
Y si me levanto a cerrar la ventana ya será demasiado
tarde. El reloj biológico no me permitirá volver al punto anterior; en un salto sin retorno al mundo de los despiertos habré comenzado una nueva jornada vacacional y procederé al ritual del desayuno, tratando de escuchar la radio, que pongo muy bajita para no molestar a los vecinos, aunque imagino que éstos, al igual que yo, lo único que oirán será el candoroso zumbido de ese sofisticado tubo exhalador que un operario maneja, como si de un cazafantasmas se tratara.
Y no; tampoco podría cerrar aquellas ventanas en las que puse mosquitera, pues por motivos técnicos (para poder bajar las persianas y tapar el sol de día) las ubiqué tras el marco de la ventana, imposibilitando su cierre total. Calor, calor, calor. Pero bueno, lo prefiero al frío (quien no se consuela es porque no quiere).
Al margen de esto, el eficiente servicio de recogida de
basuras, vidrios y plásticos es permanente en mi barrio. Yo
ya no cuento cuántas veces pasan; cuento las que no pasan, y es que nada mejor que el susurro des tipo de maquinaria para recordarme que vivo en una ciudad sostenible, aunque mi sueño no lo sostenga ni dios. Ayer, sin ir más lejos, a las 7 de la mañana, no uno de estos camiones, no; uno que limpia los contenedores y que es aún más musical que sus compañeros, me dio los buenos días.
Y llegaron los grandes días. No, las rebajas de verano no, ni la reposición de Verano Azul. Ni siquiera el posado playero de Norma Duval (siento si se lee esto mientras se come o cena). No, la cosa es más complicada. Resulta que un señor calvo y bajito, vamos, como yo pero sin gustarle el heavy, tiene montado un vertedero en el sitio que se le puso en las pelotas al tío y se dedicó a cobrar por cada vertido mucho menos que en un sitio legal. Y claro, toda la mierda de los Madriles, y parte del extranjero, al vertedero del hijo de puta ése.
Y no sé si fue Rita Barberá, que se debió pasar por los campos aledaños al vertedero y echar una meada de bourbon, que con el calor entró en combustión y hala, a tomar por culo, el puto vertedero en llamas y el humo envenenando a la población más cercana.
Y mira que trabajo con niños y he tenido que oler pedos de lo más nauseabundo, pero el humo tóxico ese era aún peor, hasta me dolía la cabeza. Y resulta que el figurado epicentro temporal de la actividad contaminante se producía... ¡de noche! ¡sí, de noche! Me río yo de los horteras de Mecano cuando decían eso de "toda la noche sin dormir, bebiendo, fumando y sin parar de reír". Pero sí que al día siguiente estaba de acuerdo con ellos, porque no me podía levantar. Eso era auténtico veneno y dentelladas cancerígenas en mi organismo.
Incluso salí a correr un par de días y me ahogaba un poco más que de costumbre. Me costaba incluso respirar (más que de costumbre también), como si estuviera en Bogotá, pero no, no, que bajaba por la Avenida de Los Almendros, e incluso veía de fondo el humo del vertedero de los cojones.
Y una vez despierto, dejando pasar la mañana, con ese tufo metido en la garganta, los pulmones y el cerebro, llego a la sobremesa, y me entero de que el capullo del vertedero (el que no le gusta el Heavy) ofrece un camión de leche al que le sienta mal el humo, que dicen que va muy bien (yo me bebo un vaso de leche a palo seco y regurgito hasta el intestino). El caso es que al tipo se lo llevan para alante, y todos "plas, plas, plas", pero no, olvidábamos que esto es España y al día siguiente el menda en la calle.
Ya me estoy desviando del tema. El vertedero, o mejor dicho, el incendio del vertedero, me trajo por la calle de la amargura con esto de dormir sobre todo (afortunadamente pienso que dormir es perder el tiempo, más que nada para consolarme de nuevo). Menos más que "sólo" fueron diez días, diez días en los que, parafraseando de nuevo a los horteras de Mecano bebí, no fumé, pero inhalé, y reírme, no me reí mucho, la verdad, así que a la mierda con los Mecano.
Y para desintoxicarme pensé "me voy a La Pedriza y entre tanto árbol me desintoxico", como si fuera a la asociación "El Patriarca" o me hiciera colega de el de "Hermano mayor". Dicho y hecho; mochila, coche, agua y al lío. Hora y media para arriba, vadeando el río, parada y regreso. Hasta la parada todo bien, bueno, bien dentro de lo cansado que me encontraba (me doy cuenta de que mis sesiones de masoquismo corriendo me pasan factura y las piernas no me responden al trepar cuatro pedrolos). Al regresar no sé qué pasó que un pie resbalo caí de lado apoyando mi tonelaje sobre el lateral de mi muslo derecho. Un hostión, vamos. Poca cosa, chapa y ni pintura siquiera, así que desciendo, vuelvo a mi cálido (nunca mejor dicho) hogar y descanso y sobrellevo la nube tóxica a base de guarrerías en forma de refresco del Lidl (sí, es que estoy de boicot a Cocacola).
El caso es que dos días después, para completar el panorama, el puñetero cardenal que me hice, que no era nada, da paso a un fuerte e intenso dolor que repercute seriamente a mis escasas horas de sueño, sobre todo al recostarme del lado derecho.
Y así como diez días, incluso parte de los tres que pasé en tierras Cántabras, esperando que el iodo y la sal del agua marina reconfortaran mi tumefacta extremidad. Pero no, se puso a diluviar el segundo día y ya echaba de menos mi nube tóxica, así que me volví al foro.
Y todo esto que cuento no lleva un riguroso orden temporal, pues simultáneamente, casi las 24 horas del día, disfruto del relajante rumor del motor del aire acondicionado de los vecinos de arriba. Y me pregunto cómo es posible que haya gente de esta que le gusta la Fórmula-1 que disfrutan con el estruendoso ruido de los motores. a esos les ponía yo un verano en mi habitación o les mandaba la flota de camiones de basura pisando acelerdor.
También mencionaré a los del chunda chunda, a los que se montan el taller aquí debajo, a los que organizan su tertulia en el portal, a los que buscan en los contenedores y cuando encuentran algo que tiene una pieza que necesitan lo desmontan literalmente a hostias contra el suelo, a ese grupito de jóvenes que alegran las tardes (van de paso, tampoco quiero exagerar) con sus rumbas, a esos jovencitos que decoran el ambiente con su fluido verbo en el que cuatro de cada tres palabras son insultos, o mi vecino de abajo, que habla de sus trapicheos asomado a su ventana mientras fuma y me llega el humo (y me entero de todo lo que dice).
Pero de toda esta fauna uno de los que me hizo más gracia fue un tipo que deja el coche en la plazoletita que tengo debajo y se pone a hablar por teléfono ¿Y por qué sé que
hablaba por teléfono? ¿Por que me asomé a verlo? ¡Noooooooooooo! El tipo tenía puesto el bluetooth, pero puesto a un volumen que oía más a su interlocutor que a él mismo; y así más de media hora (y lo repitió otro día). Por lo menos no era a una hora muy intempestiva.
Y esto no pasaba hace poco, el año pasado por ejemplo. Tampoco había sirenas de bomberos, de policía ni un perro ladrando durante horas. A lo sumo, las discusiones de los del piso de abajo o las canicas o lo que cojones sea que se oían caer en el piso de arriba (ya no lo oigo, lo deben haber cambiado por el aparato de aire acondicionado).
Y ahora toca fascitis plantar. Dolor en el talón que no me impide dormir pero que me quita el sueño porque me jode los escasos planes que tengo.
Así que este verano ha sido un período de ensueño, o mejor dicho de sin sueño, porque la mayor parte de los días he dormido como el culo (tampoco sé cómo duermen los culos). Por eso deseo volver a trabajar para llegar a mediodía, medio sobado como de costumbre y a punto de caerme frito en las colchonetas para recordar cómo ha sido el verano imaginar que mis vacaciones se han prolongado.
Desde la órbita de Plutón
Tratando de publicar cosas, hasta que me aburra.
jueves, 20 de agosto de 2015
domingo, 23 de marzo de 2014
El traje nuevo del emperador
Niños y niñas: Hoy vamos a tratar de ser didácticos y mezclar fantasía y realidad, tratando de hacer ver el punto de vista de quien no tiene "SU" punto de vista, y nada mejor para ello que aplicarnos en el noble arte de la lectura para comprobar que la realidad no se aleja en absoluto de la ficción.
"El emperador va desnudo", pero el pueblo, abotargado y sumiso, hace ver, e incluso cree que va vestido.
Mezcla de miedo y de ignorancia, sí, como ocurre en la realidad. El miedo a perder lo poco que se tiene y la ignorancia (también consentida) que produce el amodorramiento mental que transmiten los medios de "comunicación".
"Ayer se manifestaron 40.000", dice aquél, igual que el lacayo del emperador que entre, lamida y lamida de pies, afirmaba que iba vestido.
"La manifestación acabó de manera violenta"; sí, claro, como era de prever, como pasa siempre, siempre al final y siempre los mismos enmascarados, acaso enviados por el emperador para hacer creer al populacho que los que le ven en pelotas son una panda de desarraigados salvajes.
Y los guerreros heridos... Los mismos que saltan ojos a la gente, añaden al contador de sus mártires torceduras y esguinces, mientras pasan por alto las cabezas rotas, las espaldas molidas, y las humillaciones propias de cobardes contra tantas y tantas personas cuyo único delito ha sido pedir justicia.
Pero claro, el emperador no va desnudo, y no son 400, sino 40.
El emperador no va desnudo, y los 40 son extremistas violentos y no violentos organizados.
El emperador no va desnudo, y los nazis griegos ven lo que no es.
El emperador no va desnudo... No; sus vergüenzas las tapan sus acólitos.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_traje_nuevo_del_emperador
"El emperador va desnudo", pero el pueblo, abotargado y sumiso, hace ver, e incluso cree que va vestido.
Mezcla de miedo y de ignorancia, sí, como ocurre en la realidad. El miedo a perder lo poco que se tiene y la ignorancia (también consentida) que produce el amodorramiento mental que transmiten los medios de "comunicación".
"Ayer se manifestaron 40.000", dice aquél, igual que el lacayo del emperador que entre, lamida y lamida de pies, afirmaba que iba vestido.
"La manifestación acabó de manera violenta"; sí, claro, como era de prever, como pasa siempre, siempre al final y siempre los mismos enmascarados, acaso enviados por el emperador para hacer creer al populacho que los que le ven en pelotas son una panda de desarraigados salvajes.
Y los guerreros heridos... Los mismos que saltan ojos a la gente, añaden al contador de sus mártires torceduras y esguinces, mientras pasan por alto las cabezas rotas, las espaldas molidas, y las humillaciones propias de cobardes contra tantas y tantas personas cuyo único delito ha sido pedir justicia.
Pero claro, el emperador no va desnudo, y no son 400, sino 40.
El emperador no va desnudo, y los 40 son extremistas violentos y no violentos organizados.
El emperador no va desnudo, y los nazis griegos ven lo que no es.
El emperador no va desnudo... No; sus vergüenzas las tapan sus acólitos.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_traje_nuevo_del_emperador
miércoles, 21 de agosto de 2013
TELE5 vs LOGSE
Anoche, cambiando de canales en la televisión (¡bendito
mando a distancia!) pude contemplar con una mezcla de horror, estupor y
vergüenza ajena, uno de esos adefesios que tratan de sacar lo peor de los
peores personajes de un submundo de apestosas cloacas mediáticas. Junto a
Karmele, la ex concejala de Los Yébenes, cuyo brillante currículum se limita a
una grabación en vídeo de una de sus sesiones de cibersexo con un joven
futbolista. Del resto de la fauna, afortunadamente, no conocía a nadie y las
arcadas que me producía semejante colección de engendros y despojos del papel
couché me impulsaron a cambiar de canal.
Pues bien, como quien dice, "de muestra un botón", y esa putrefacta
basura que tuve la desgracia de ver durante unos minutos no es más que la punta
de un hediondo iceberg de vulgaridad, incultura y catetismo que infecta el éter
impregnándolo de "valores" tan saludables como la inhalación de gases
tóxicos de una fosa séptica.
Y es que tan nociva como una plaga bíblica ha sido la aparición de Tele5 en la
TV patria. Baste el aval berlusconiano para comprender la catadura de las
mentes “pensantes” de aquella incipiente cadena que comenzó (y continúa)
emponzoñando las ondas con tetas, muslos, musculitos y colorines saturados al
máximo (totalmente verídico esto último) y de valores humanos como el engaño,
el “todo por la pasta”, el “y tú más” y demás lindezas.
Y hay dos hechos que evidencian lo terrible que resulta esta
maligna gangrena para el vulgo, que es a quien, en definitiva, van dirigidos
semejantes bodrios, pues es a este extracto social a quien es necesario alienar
para que no piensen y no actúen (y a fe que parece que lo están consiguiendo),
para que se den cuenta de cuál es su lugar (el feo será siempre feo y el pobre
será siempre pobre) y den gracias al cielo por las cuatro mierdas que puedan
conservar, porque siempre podría ser peor.
Estas dos circunstancias vendrían a ser, por un lado, la
creación de una sociedad basada en los más superficiales y abyectos valores, en
ocasiones disfrazados de buen rollo y en ocasiones mostrando la más pura y dura
realidad para mantener al personal aferrado a su propia calamidad en muchos
casos. Y esta sociedad que pretenden crear está formada por conformistas,
sumisos e ignorantes, que conocen al tronista de turno de “Mujeres y hombres y
viceversa” (o como se llame ese aborto televisivo que jamás he llegado a
entender), pero no tienen ni puñetera idea de quién es el juez Ruz, que coño
pasa con los papeles de Bárcenas , de qué va lo de los ERE´s en Andalucía o, lo
que es peor, por qué se van a quedar sin trabajo, qué va a pasar cuando se
pongan enfermos, qué educación recibirán sus hijos, qué ocurrirá con sus
pensiones, quiénes viven como reyes a su costa o quién les está robando y
riéndose en su cara.
En este caso, Tele5, entre otros, lo ha conseguido. Cachos
de carne que se apostan frente a la pantalla abducidos por los graznidos de
Belén Esteban, el asqueroso metrosexualismo impostado de Jesús Vázquez, el
rancio apolillamiento de Mª teresa Campos y su troupe, las movidas de los
freaks de Gran Hermano o esos trocitos de serie que ponen ente los anuncios.
Éste es el problema: Tele5 triunfa, o al menos no se ha
extinguido ni lo han extinguido (2ª opción por la que yo abogaría
encarecidamente)
La otra cara de esta falsa moneda es el hecho de que toda
esta toxicidad se ha ido contagiando al resto de cadenas de forma no tan
exagerada, pero sí preocupante: Programas en los que aparecen idiotas enseñando
sus impolutas viviendas-palacio (¡un peluquero de perros que vive en una villa!),
gente que vive al otro lado del mundo, generalmente triunfadores que se han
montado en el dólar (o divisa correspondiente) y que, evidentemente, no piensan
volver ni de coña.
Con todo esto, en mayor o menor medida, estamos rodeados,
acosados, asediados por una programación televisiva que nos conduce al abismo
(eso sin contar las teletiendas o los noticiarios y programas de debate
manipulados y manipuladores). Pero es que lo de Tele5, desde hace años, no lo
soporto.
¿Y por qué después de tantos años se me ocurre esto? Porque la
ruleta de la fortuna descarriló y salió rodando pendiente abajo, las Mamachicho
se jubilaron y ahora lucen sus arrugados implantes en viajes del Imserso y los
muchachuelos de La quinta marcha se debaten entre psiquiatras y clínicas de
desintoxicación. Pues es sencillo, o no: Siempre oímos esa frase que se refiere
a gente de determinada generación y que dice “¡Cuánto daño ha hecho la LOGSE!”.
Y puede ser verdad, o tal vez no.
¿Estamos seguros de que un sistema educativo como la LOGSE
es el causante del cataclismo cultural, intelectual y moral en el que nos vemos
sumidos? Tal vez exista cierta parte de verdad en eso, pero cuando pronunciamos
la frasecita deberíamos acordarnos de las horas y horas de televisión basura
con la que se ha bombardeado a niños y jóvenes durante años (podríamos
establecer una semejanza con lo que representaron las drogas en determinados
lugares en la década de los 80). El nuevo opio del pueblo se mide en pulgadas,
pixeles, gritos, violencia, mentiras y vulgaridades. Y como ocurría en los 80 en lugares como Madrid, donde los jóvenes caían en la droga por pura ignorancia en muchos casos, la gente cae en la droga catódica por el mismo motivo, porque sería precisamente la TV la que tendría que animar a no realizar un consumo desmesurado de la misma (como se avisa en los paquetes de tabaco). Pero poderoso caballero es Don Dinero, que lo corrompe todo y al que nada ni nadie importa.
Si a esto añadimos otra forma de “enganche” como son los videojuegos
e internet, tenemos la combinación perfecta para modelar la sociedad que día a
día veo que tenemos.
Pero no, la culpa es de la permisiva LOGSE, nada que ver con
la permisividad e los modernos papis de los 90, ésos cuyo lema es “que a mi
hijo no le falte de nada” y que en realidad han confundido con “que mi hijo lo
tenga todo”. La culpa es de la ley y no de los que no tienen el más mínimo
criterio a la hora de ser personas y a la hora de formar y ser formado como
personas. Porque la LOGSE es la base sobre la cual se enseña y son las familias
las que llevan el peso de la EDUCACIÓN. Y la TV educa poco, y Tele5 mucho
menos.
Y no está del todo mal que encontremos aberraciones
televisivas en las que se nos muestra una pequeña y vergonzante parte de la sociedad.
Es más, es interesante para aprender a discernir lo que podemos considerar “bueno”
o “malo”, pero para ellos debemos tener un mínimo criterio para no llegar a un
punto en el que personajes como el analfabeto friki Mario Vaquerizo, el
croissant Rafa Mora o los impresentables de Jersey/Gandía Shore o Gran hermano
(de estos ya no conozco a ninguno, por resultar demasiado tóxicos para mÍ) se
conviertan en gurús televisivos.
Es preocupante comprobar cómo la gente conoce al detalle
toda esta basura, en gran parte bajo guión, e ignora lo que ocurre en la puerta
de su casa. Y así ocurre, que tenemos lo que tenemos: políticos ladrones, una
casa real envuelta en permanentes chanchullos, corrupciones por todas partes,
desigualdades sociales, destrucción del medio ambiente… Y no les preocupa, siempre y cuando puedan
ver a Jorge Javier rodeado de su manada de hienas chupa dietas o a los chulitos
de discoteca haciendo edredoning con la poligonera rubia de bote de dudosos
antecedentes.
Ya también tenemos los concursos, los deportes, los mismos reality, en los que pisar el cráneo del rival es la máxima, me recuerdan a la competitividad que preconiza la nueva Ley de Educación (LOMCE) para alcanzar la excelencia. Una excelencia basada en lo material a costa de lo moral (y no se entienda el término moral en el sentido apolillado de la decencia cristiana). Unos programas, televisivos y educativos, que ven el éxito en la posesión, en el dinero y todo lo que ello conlleva. Unos programas que segregan por condición social y por sexo, en el que el pobre envidia al rico, en el que la mujer es un objeto de deseo de un descerebrado hombre que sólo se plantea cómo poseerla a base de pavonearse exhibiendo el fruto de sus esforzadas sesiones de gimnasio (total, de temas importantes no va a poder hablar ninguno de los dos).
Así, la división que establece la TV es la que quiere acentuar la LOMCE, y lo tienen sencillo, poruqe estamos en una sociedad manejada por esa TV que, precisamente, es la que nos presenta permanentemente modelos de desigualdad (Claro, que no siempre, tampoco es tanta la catástrofe, que lo es). La TV avala a los políticos. Si se casa la Infanta, la emisión será líder de audiencia, si la policía apalea a manifestantes, o se ignora o saldrá un listillo engominado que vomitará el trasnochado discurso que censura cualquier tipo de protesta o acción reivindicativa ya que aquello contra lo que se manifiesta ha sido refrendado "democráticamente" en las putas urnas.
Pero claro, la culpa es de la LOGSE, y de esos vagos maestros,
que tienen 6 meses de vacaciones. Y lo triste es que hay maestros que parece
que durante esos 6 meses no hacen otra cosa que ver Tele5.
Si algún día soy tutor, intentaré armarme de valor el día que tenga que dirigirme a las familias y, a costa de parecer un demente (que es lo que tengo la impresión que parezco a mucha gente por decir lo que no me parece bien) les sugeriré que tiren la TV, la Play Station y la XBox por la ventana, porque la LOGSE
puede que no fuera buena, pero Tele5 fue el germen del fin de muchas cosas (buenas).
sábado, 4 de mayo de 2013
MANIFIESTO EN LA SEMANA ANTI-LOMCE
Llegados a estas alturas, quisiera dejar constancia de una
postura que no hace tanto tiempo mantengo, pero de la que cada vez estoy más
convencido. Vivimos en un país, en un mundo, en el que mucha gente no concibe
que haya personas que se esfuerzan por conseguir un mundo un poquito más justo.
Es triste, pero es así; no dan crédito a la solidaridad y la lucha
DESINTERESADA de unos cuantos por conseguir que muchos, algunos de los cuales
no se lo merecen ni en sueños, lleguen a concienciarse de que, en muchos casos,
la mejor manera de conseguir esa felicidad que ellos ven en una vida de
sumisión y/o de ojos vendados ante los problemas, es enfrentándose a ellos. Y
como no estamos en el Medievo, la cosa no va a consistir en empuñar una espalda
y cortar cabezas literalmente. Las cabezas en este caso, se cortan simbólicamente,
delatando al sinvergüenza, haciéndole saber que, aunque pueda ser más poderoso
o tener la capacidad de no es más inteligente y que la podredumbre en la que se
mueve, de dinero y corrupción, de falta de escrúpulos y de desprecio a quien
tiene alrededor y no es de su cuerda.
Con esto, quisiera empezar mi modesta contribución a lo que
será una movilización el próximo 9 de mayo. Una protesta, probablemente estéril
contra una ley educativa que favorecerá al rico y convertirá la educación en un
campo de batalla, en una guerra civil en la que tendremos que pelear unos
contra otros en pos de unos estúpidos resultados determinados por quién sabe
qué.
En la Comunidad de Madrid llevamos peleándonos contra una
administración reaccionaria a la que se le llena la boca de universalidad, gratuidad
y calidad mientras apuñala por la espalda tanto a la Sanidad como a la
Educación Pública. Nuestros propios jefes, los que se suponen deberían
defendernos tan solo por el hecho de ser nuestros responsables, nos denostan,
insultan y vejan desde su pedestal de vividores y parásitos profesionales.
Algunos, bastantes, muchos de ellos no han pegado clavo en su puñetera vida y
osan poner en duda la profesionalidad y el esfuerzo de quienes superan pruebas
más o menos complicadas, pero pruebas al fin y al cabo que ellos, maldita casta
de bastardos mentales, nunca han pasado, porque muchos han llevado una vida
regalada chupando del hediondo tarro de la política.
Y en un principio nuestra lucha, a la que yo me uní tarde
(más vale tarde que nunca) no hablaba de sueldos, ni de horas trabajadas, ni siquiera
de un derecho tan elemental como es la dignidad en el trabajo y demás ámbitos.
Hablaba de Educación, de formación, de valores, de formas de aprender a aprender.
Se pretendía que nuestros alumnos/as tuvieran las mejores condiciones y que
fueran al colegio a formarse como personas y no como números o trozos de carne
de cañón, que es lo que se pretende con esta nueva y aberrante ley.
Y como he dicho, me subí tarde al carro; las circunstancias,
la desinformación… El haber estado yo mismo en esa circunstancia me hace ver
claramente cuál es el camino que debo seguir. Los problemas no se resuelven
diciendo “es que no quiero problemas”, y si miramos más allá del Mediterráneo,
podremos ver lo que ocurre en Grecia, o más cerca todavía, lo que están pasando
en Portugal. Hace más de 15 años, cuando empecé en esto, ya había movilizaciones,
de las que no me enteraba, e incluso llegaba a decir eso de “a mí no me afecta”.
Y esos polvos han traído estos lodos, pero lo más sangrante es que nos
encontramos en una época en la que no es excusa el no enterarse, no estar
informado, no tener ni tan siquiera una mínima noción de lo que está pasando.
“Es que los sindicatos…”, “Esto solo sirve para perder
dinero…”, “No puedo ir por A o por B”. Excusas que aburren y suelen dejar en
mal lugar a quien las usa, porque todos sabemos que si no se hace un huelga
suele ser por la pasta, y si no se va a una manifestación, concentración o
asamblea es porque tengo cosas importantes que hacer como jugar a los bolos a
hacerme la manicura.
Y manda huevos que tenga que ser yo quien aleccione a la
gente de mi gremio. Yo, que entré de rebote en este mundo de la enseñanza, que jamás
hubiera pensado enfrentarme cada día a 200 tablas rasas, yo, tengo que ser el
que diga a mis vocacionales colegas que así la cosa se va al garete, tanto la
profesión que tanto aman como la educación de sus alumnos o la de sus propios
hijos.
Tengo casa, coche, guitarras, pan de leche y cocacola y
cerveza en la nevera. Necesito poco más, y lo que quiero, aún puedo
comprármelo. Y como trabajador intento que espabilen los que me rodean y se den
cuenta de que no les tiene que abrir los ojos alguien que se juega mucho menos
que ellos. Y aún así, por mucho que me tomen por idiota aquellos cuyas obtusas
mentes jamás acertarán a entender que existe algo que se llama CONCIENCIA, yo
haré huelga, iré a la mani, y como no he dicho ninguna palabrota en toda esta
parrafada, me cagare en la puta madre de esos tiranos y volveré a sentir una
profunda pena por esos que aman tanto su trabajo y que parecen seguir
interpretando una pieza con su instrumento mientras este barco se hunde.
A todos, a los que nos están jodiendo, a los que os dejáis
joder, a los que pensáis que protestar es de idiotas mientras veis a imbéciles saltando a una piscina:
QUE OS DEN
jueves, 29 de septiembre de 2011
EDUCACIÓN PÚBLICA EN MADRID: QUÉ PASA
Soy bastante malo tratando de explicar por qué nos quejamos de las tropelías que el Gobierno Autónomo de la Comunidad, así que, sin ser breve, porque la cosa tiene su miga, trataré de orientar basándome en diferentes escritos (que fusilo directamente) o cosas de las que me he ido enterando.
Debería empezar diciendo que nos enfrentamos a un enemigo bastante poderoso, pero al cual se le puede tocar un poco las narices. Me refiero al Gobierno de la Comunidad de Madrid, recién renovado, merced a una mayoría absoluta fruto de la crisis, de la inoperancia de los políticos y de un sistema que se derrumba corrompido por el dinero y los intereses (el dinero mola, pero hay límites).
Al frente de la retrógrada maquinaría que gobierna Madrid se encuentra una adalid del neoliberalismo más rancio, de esa casposa prepotencia que caracteriza al rico o al adinerado venido a menos que, nostálgico de tiempos mejores, quiere mantener los privilegios de hace muchos años, de cuando todo era en blanco y negro. Ese siniestro personaje se llama Esperanza Aguirre, y maldito el día que Caiga Quien Caiga nos la pintó sólo como el inculto e incompetente ser que es y no como la maléfica, resentida, soberbia y fascistoide tipeja que pulula por nuestra Comunidad.
Claro, este tipo de personajillos no actúa o no tiene repercusión sin una serie de tentáculos afines que babeen a su alrededor, siempre bajo el prisma de unos intereses bastardos; o sea, que la señora se siente en su salsa.
Pues bien, tanto en Educación como en Sanidad, este elemento, respaldada por su cohorte de engominados pelotas y rubias de bote, lleva años torpedeando todo lo que le suena a público, o lo que es lo mismop, lo que es de TODOS, favoreciendo los intereses de su afines, principalmente relacionados con empresas privadas, instituciones religiosas y parásitos afines al régimen.
En fin, que junto a la ínclita Lucía Figar (ínclita por lo mala que es) están minando lo público en pro de lo privado, gastando NUESTRO dinero en beneficio de unos pocos. Ejemplos claros son las concesiones a empresas privadas de la gestión de escuelas infantiles, el regalo de colegios enteros construidos con dinero público para la gestión concertada, las subvenciones a entidades privadas y tantas y tantas barrabasadas.
Y esto no es nuevo, que lleva sucediendo desde hace años, pero ahora saltó la espoleta que ha hecho que tanto educación infantil, como primaria y secundaria unan fuerzas en contra de la continua degradación a la que somete este esperpento presidencial a la enseñanza pública. El origen, las instrucciones de inicio de curso publicadas con toda la malicia con el curso terminado, buscando no encontrar reacción ni oposición al respecto.
Todo esto último viene bastante bien explicado en el escrito que pegaré a continuación, aunque también habría que señalar cómo se ha intentado engañar con el tema de las dos horas más en Secundaria, haciendo creer a la opinión pública que son dos horas más de trabajo, cuando son dos horas lectivas. También hay que destacar que las reivindicaciones fundamentalmente se basan en la calidad de la enseñanza y no en salarios o intereses personales de los profesores. Cierto es que la mejora de condiciones favorece al trabajador, pero fundamentalmente al escolar o estudiante, que es lo que cuenta.
Esperanza Aguirre descalifica, insulta, miente... Suele ser su modus operandi, habitual en gente inculta, que no da más de sí. Sus satélites no son menos hirientes. Sus panfletos y televisiones nos pintan como vagos e incluso como maestrillos que hacemos el gilipollas en las manifestaciones. Y la gente, que parece que aún no sabe distinguir lo blanco de lo negro, se lo cree.
Pues bien, ahí va el resumen de las tropelias. Faltan un montón; son innumerables, una tras otra, en una espiral sin fin en busca de denostar, deteriorar y, en definitiva, destruir lo público, haciendo que esto vuelva a ser el país de las dos Españas, dividiendo, que es tu táctica, paradógicamente cuando se trata de gente con tanta aversión al separatismo.
Venga, no me enrollo, que la cosa va para largo. ahí va un documento, que no es mío, pero creo que está claro. Es una carta dirigida a las familias. No hay pictogramas ni claves visuales. No viene en Chino Mandarín, pero creo que se entiende. Probablemente un facha no lo hará:
Estimadas Familias:
Esta carta pretende informarles acerca de la situación actual de
la Enseñanza Pública en la Comunidad de Madrid y con la intención de buscar su
apoyo y su mayor implicación posible. Cuando menos, su apoyo moral y su
comprensión hacia la cosa de la Enseñanza Pública (con mayúsculas) y hacia
quienes la hacemos posible con lo mejor de nosotros. Esto es un texto extenso.
Si no tiene tiempo de leer todo, quédese al menos con el MENSAJE PRINCIPAL, que
es el siguiente: Se está recortando en
la Educación de sus hijos. Los profesores nos estamos movilizando para defender
nuestra dignidad como trabajadores y la calidad de la Educación que damos, y
quiero pedirle que aporte su granito de arena o, cuando menos, comprenda la
situación y apoye al profesorado.
No es habitual que los docentes seamos tan directos en
cuestiones como éstas, pero creo que la gravedad de la situación lo merece.
También quiero dejar claro que esta carta no pretende hablar de política sino
de Educación pero, por desgracia, la primera influye fuertemente sobre la
segunda. No obstante, trataré de limitarme a exponer datos objetivos dejando
para ustedes la reflexión en los planos no puramente educativos.
¿Qué es lo que está
pasando? El 4 de julio de 2011, coincidiendo
casualmente con el periodo estival y cuando los centros educativos están
prácticamente vacíos y, por tanto, sin forma de contacto directa con las
familias, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha dictado unas
instrucciones dirigidas a los Institutos Públicos (no concertados ni privados)
de ESO, Bachillerato, Formación Profesional y otros, que suponen un recorte
sangrante de plantilla. Un recorte difícil de cuantificar, pero la mayoría de
los equipos directivos de los centros lo han calculado en torno al 15%, unos
3.000 profesores en total. Esto significa que un instituto medio perderá 10-12
profesores de distintas materias. Es una barbaridad que ya se suma a otro
recorte similar producido en el curso anterior y por el cual la plantilla
general de docentes ya se redujo en más de 2.000 compañeros.
EN LA ESO Y EN EL BACHILLERATO el recorte se traducirá en:
Eliminación de desdobles de Lengua, Matemáticas y otras materias.
· Desaparición de grupos reducidos de Inglés.
· Reducción del número y calidad de las optativas.
· Cierre de la biblioteca y de otros servicios.
· Peor funcionamiento de los medios técnicos, informática,
audiovisuales…
· Reducción o eliminación de las actividades extraescolares.
· Reducción de las guardias de patio y de aulas. Sus hijos estarán
menos vigilados (o no vigilados) en el recreo y ante la circunstancia de bajas
por enfermedad, ya que dichas bajas se cubren tarde y mal.
· Aumento del número de alumnos por clase, superando en muchos
casos los 30 alumnos por aula y en algunos niveles casi 40 alumnos por aula.
· Menor disponibilidad de los equipos de Orientación
educativa/profesional. Reducción de la atención a alumnos con problemas de
aprendizaje. Esto impacta directamente no solo sobre estos alumnos, que se
quedan sin la atención más individualizada que necesitan, sino también sobre el
resto, que inevitablemente verán lastrado su aprendizaje con un profesor que
debe simultanear varias líneas de enseñanza: una con el grupo principal y otra
por cada uno de los alumnos menos adelantados.
En la FORMACIÓN PROFESIONAL también tiene el mismo impacto, ya
que esta se imparte en los mismos institutos que la ESO y el Bachillerato. En
la FP se invirtieron muchos recursos para darle la dignidad que perdió y que
merece. No hay que olvidar que Europa está insistiendo constantemente en la
importancia de la FP. Pero estos recortes son un jarro de agua fría sobre un
objetivo que poco a poco se va consiguiendo. Tienen, entre muchas otras, las
siguientes implicaciones:
· Eliminación de ciclos de FP totalmente necesarios para regenerar
el empleo y la tan mencionada productividad. La FP tiene que estar en los
barrios y en los pueblos para llegar a todos. Se trata de una formación más
local y cercana a las empresas y debe estar dispersa por el territorio.
· Masificación de alumnos en las aulas. Esto es especialmente
grave en este nivel educativo en primer lugar porque el perfil del alumnado es
en muchos casos uno que no ha triunfado en otros estudios más teóricos y que
requiere una atención muy personalizada, y, en segundo lugar, por el carácter
eminentemente práctico de la FP que requiere lo mismo.
· Dificultades para la autoformación de los profesores de FP, que
son en gran medida autodidactas, al poder dedicar menos tiempo a esta tarea,
mientras que en el ámbito de la FP la formación día a día es vital.
Por otro lado, también se ven afectadas las ESCUELAS OFICIALES
DE IDIOMAS y las de ARTES PLÁSTICAS Y DISEÑO. Los recortes son brutales en
todas las etapas educativas.
Además, en los centros de
INFANTIL Y PRIMARIA ya se vienen arrastrando desde hace mucho tiempo problemas
de masificación y falta de medios humanos que provocan un deterioro en la etapa
Secundaria y siguientes. El deterioro es global y llega hasta el mercado
laboral: si los niños no vienen con una buena base no se puede construir gran
cosa sobre los conocimientos que traen.
Todas estas medidas ya están aprobadas de forma unilateral por
parte de la Consejería (sin previa consulta o negociación con los centros ni
con los mediadores sindicales), así que sólo cabe pedir que sean retiradas.
Esto se suma, además, a demasiados años de dejadez y abandono de los medios
materiales, sistemas audiovisuales, salas de ordenadores, sistemas de
calefacción, aire acondicionado (donde lo hay), internet…
¿Cuál es el motivo de los
recortes? El motivo que esgrime la Consejería es la necesidad de ahorro por la
crisis, pero:
En primer
lugar, ahorro se lleva haciendo desde hace mucho tiempo por cuestiones como las
enunciadas arriba. A este ahorro se suma, además, la bajada de sueldo conjunta
de Gobierno Central y Autonómico.
En segundo lugar, paralelamente a estos recortes, valorados por
la propia Consejera de Educación en 60 millones de euros, se están implantando
ventajas fiscales para quienes estudian en centros privados que cuestan en
torno a los 74 millones a la Comunidad, según datos publicados recientemente en
la prensa de Madrid.
Por ello, parece que el motivo de los recortes en lo Público NO
es el ahorro. ¿Y qué ocurre con las tutorías? Otra de las instrucciones
directas de la Comunidad de Madrid afecta gravemente a las tutorías. En un
principio, la Consejería había decidido eliminar completamente la hora de
tutoría con alumnos (no así en concertados ni privados, por supuesto). Después,
ante la protesta del colectivo docente en pleno y las críticas de la opinión
pública ante tamaño escándalo, dieron instrucciones de que en esas horas de
tutoría los alumnos recibirían apoyo de Lengua, Matemáticas e Inglés. Han
intentado enmendar esta chapuza mediante una orden que exige a los tutores realizar
tutorías individualizadas con los alumnos, pero esto es algo que ya realizamos
todos cuando es necesario, y de ningún modo sustituye a la tutoría grupal.
El perjuicio de cara a los alumnos es enorme. Con estas medidas,
la labor tutorial queda completamente disminuida y no se podrán llevar a cabo
algunas cuestiones de vital importancia en el desarrollo educativo y personal
del alumno:
· Multitud de talleres que vienen realizándose todos los años
sobre determinados temas transversales y educación en valores.
· Técnicas de estudio.
· Orientación académica y profesional.
· Interacción positiva de la clase y diagnóstico y solución de
problemas.
En general, la tutoría se convierte en un
espacio de “ruegos y preguntas” muy necesario en los centros educativos. Además,
la supresión de la tutoría tampoco produce absolutamente ningún ahorro por lo
que no somos pocos quienes pensamos que su motivación es evitar que puedan
tratarse en clase temas que es necesario tratar. La tutoría lleva décadas así y
funciona bien. Lo sabemos los profesores. No hay por qué cambiarla.
¿Qué son las horas de docencia directa? La Consejería se ha dedicado a difamar datos sobre las horas
de trabajo de los profesores en los que sólo habla de las horas de docencia
directa, es decir, las horas que estamos físicamente delante de los alumnos.
Sin embargo, hay muchas otras tareas igualmente importantes que es necesario
realizar, y no solo la preparación de las clases sino muchas otras actividades
complementarias que están perfectamente estipuladas por la legislación y en los
horarios individuales de cada uno de nosotros. No se dejen engañar. Esto es
como si contáramos las horas que trabaja la Consejera de Educación en función
del tiempo que está sentada en su escaño.
¿A quién afecta todo esto? ¿A quién afectan las medidas dictadas
por la Consejería? Al menos:
· A los alumnos, que reciben una peor formación como estudiantes y
como personas.
· A las familias, que verán cómo el tiempo de que disponemos los
profesores para atenderles se reduce (todavía más del que ya se redujo el curso
pasado).
· A los profesores que actualmente conservan su trabajo, ya que,
además de soportar una reducción previa de sueldo del 7%, soportan también un
aumento en la carga de trabajo de más del 10%. En estas circunstancias no es
posible trabajar con calidad en un ámbito en el que cada detalle cuenta.
· A los profesores que pierden su trabajo, que son, por ahora, los
interinos. En realidad, esto supone una doble amoralidad, cuando menos: haber
tenido trabajando como eventuales a miles de personas de forma continuada sin
un contrato fijo y despedir ahora de golpe a 3.000 personas sin convocar un ERE
(una cifra que hay que unir a la de los 2.200 despedidos el año pasado).
· A la sociedad, que pagará las consecuencias de la mala formación
de los futuros trabajadores que deben levantar y mantener el país. El impacto
de un curso desaprovechado se arrastra durante todos los estudios, igual que
cuando un chico pincha en una asignatura un año en concreto y cuesta tanto
recuperar el nivel en próximos años.
¿Qué va a hacer el profesorado al respecto? Todo esto desmotiva y mina enormemente el ánimo de los
profesores, que no dejamos de ser personas, y desvía nuestra atención y
nuestros esfuerzos de lo que es importante de verdad, que no es otra cosa que
educar y formar a sus hijos. Nos estamos
organizando para luchar contra estos despropósitos. Dadas las fechas, es muy
difícil realizar acciones concretas. Una de las opciones que se baraja con más
fuerza es la de la huelga indefinida a partir del 1 de septiembre o a partir
del primer día de clase.
Sentimos sinceramente tener que recurrir a
esta situación por los perjuicios que ocasionará, pero lo creemos
desgraciadamente necesario en el contexto actual. Estamos mirando a medio y
largo plazo y luchando por el futuro de la Educación Pública y de nuestros
alumnos. Esperamos que lo entiendan. También luchamos, lógicamente, por
nuestras condiciones como trabajadores pero por suerte o por desgracia la
mayoría de nosotros se mueve en gran medida por vocación. Basta observar que la
respuesta ante la situación actual no tiene nada que ver con la que se produjo
ante la reducción de salario de un 7% de hace unos meses.
¿Y, ahora que lo sabe, qué va a hacer
usted? En esta situación ESPERAMOS CONTAR CON SU APOYO, y este es el principal
objetivo de esta carta. Está en juego la educación de sus hijos, que están
siendo ninguneados por la Consejería, con el agravante de que a los alumnos de
la enseñanza concertada y privada no les afectan los recortes. Los profesores
necesitamos sentirnos apoyados por los padres y alumnos, verdaderos
protagonistas del sistema educativo. Ante esta petición, por favor ignoren la
imagen que puedan tener de los pocos profesores y maestros no válidos que
puedan haberse encontrado. Tengan por seguro que en la Educación Pública de la
Comunidad de Madrid, la enorme mayoría son profesionales implicados que se
dejan la piel por los alumnos. Pero, así, en estas condiciones, nos ponen en
una situación insostenible.
Estamos convencidos de que si estas
movilizaciones tienen el apoyo de las familias la Consejería va a tener que
rectificar en muy poco tiempo y se podrán reanudar las clases pronto. Es más,
estoy seguro de que, una vez resuelta la situación muchos profesores lo daremos
todo para recuperar el tiempo perdido.
¿De qué forma concreta puede protestar? Les animo a realizar por su propio interés, apoyen o no
nuestras movilizaciones, la mayor cantidad posible de las siguientes acciones
(¡o al menos una!):
·
Pidan explicaciones a la
Dirección de los institutos. Algunos han protestado enérgicamente. Otros, no
tanto. Infórmense de qué ha hecho su instituto al respecto y pongan una queja
allí mismo si no es suficiente.
·
Pidan explicaciones e
interpongan una reclamación por escrito en la Inspección Educativa. Todos los
días hay un inspector de guardia con el que se puede hablar sin ningún problema
ni implicación posterior. Están para atender a profesores, familias, etc. Los
inspectores están en las Direcciones de Área Territoriales. Hay cinco: Norte,
Sur, Este, Oeste y Capital. Infórmense de cuál es la que corresponde a su
centro. Podrán encontrar fácilmente las direcciones y teléfonos en Google
buscando “DAT Madrid Oeste”, por ejemplo:
·
Pidan explicaciones y pongan
una queja por escrito en la Consejería de Educación. También deben atenderles.
·
Pidan explicaciones y pongan
una queja por escrito en el 012, teléfono de la Comunidad de Madrid. Si tienen
tarifa plana pueden llamar gratis al 915804260 –es lo mismo–. Marquen la opción
4: Educación.
·
Pongan un escrito genérico
quejándose de los aspectos que más les preocupen en cualquier “oficina de
registro de la Comunidad de Madrid”. Busquen ese literal en Google: en el
primer resultado de la búsqueda está el buscador de oficinas. En el segundo
está el listado completo.
·
Coordinen sus acciones con la
AMPA. La del Blas de Otero, entre muchas otras, ya se está moviendo:
ampaiesblasdeotero.wordpress.com
(*) Realizar las quejas por escrito es MUY
importante, ya que lo verbal no consta en ningún sitio y se toma más a la
ligera. No hace falta saber redactar como Cervantes: palabras llanas y claras
son perfectas para hacerse entender. Pidan explicaciones y quéjense de la
situación. Tienen todo el derecho del mundo y también el deber, si me lo
permiten, ya que la Educación Pública es de todos: profesores, alumnos y
familias.
Necesitamos su apoyo. No dejen de quejarse
por pensar que no vale de nada. Les aseguro que su participación es
importantísima. Probablemente muchos de quienes reciban esta carta se preocupen
por el asunto y empaticen con el profesorado. Eso ya es mucho. Pero si un
pequeño porcentaje de las familias se presenta en la Consejería de Educación a
pedir explicaciones, esta carta habrá triunfado. Formen parte de ese 1%, ó 10%,
o, quién sabe, de esa mayoría que al menos pide explicaciones, y siéntanse
orgullosos de haber puesto su granito de arena para el futuro de sus hijos.
Siéntanse libres de reenviar o fotocopiar
esta carta a todas las familias interesadas en la Pública, de la guardería a la
universidad. Es más, háganlo por favor. Para información y noticias, googleen
“recortes huelga educación madrid”.
Para terminar, darles las gracias por
tomarse el tiempo de leer este escrito y reiterar nuestro malestar por las
molestias que las movilizaciones puedan ocasionarles. Esperamos que entiendan
su necesidad y se unan para que las movilizaciones tengan la menor duración
posible y se restablezca el necesario ambiente de aprendizaje.
Reciban un afectuoso saludo de los
profesores de la enseñanza pública de la comunidad de Madrid.
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